¿Cocinas mal? No eres el único...

¿Recorrerías más de 2000 Km haciendo autostop y caminando para después pasar 8 años encerrado en prisión con tal de librarte de la asquerosa comida que tu madre, tu novi@, tu compañero de piso o incluso tu mismo te preparas? ¿no? Pues hay personas que si lo harían.

Un hombre que había huido de una cárcel del estado brasileño de Sao Paulo recorrió más de 2.000 kilómetros caminando y haciendo autostop para regresar a prisión porque no quería volver a robar y porque decía estar “cansado de la comida” de su madre.

Las autoridades de la prisión de Taubaté no salen de su asombro con el caso de Eriomar Nogueira, de 35 años, no sólo por su decisión de regresar a un calabozo ocho meses después de escaparse, sino también por las razones que lo llevaron a ello.

Arrepentido y convencido de que estaba mejor en prisión, optó por a su celda. Incluso quiso entregarse en alguna comisaría por el camino que emprendió desde Esplanada, la aldea en que vive su madre. Pero según explica él propio reo, “nadie” quería arrestarle pues no había orden de busca y captura contra él a nivel nacional. Sin apenas dinero se vio obligado a hacer autostop e incluso a recorrer a pie buena parte de los casi 2.000 kilómetros que debía cubrir hasta la cárcel de Taubaté. Allí deberá permanecer los ocho años que le quedan por cumplir de condena. A la sombra, sin libertad, pero, al menos, sin la horrorosa comida de su madre…

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Y recordad, en cada madre hay una suegra en potencia.