lunes, 6 de octubre de 2008

Bendita lavadora

Generalmente los fines de semana están llenos de proyectos y cosas por hacer que finalmente acabamos sustituyendo por largas siestas, noches de juerga, y horas y horas de tele & sofá, y/o resaca. Por primera vez en mucho tiempo este fin de semana he vuelto a aprovechar como Dios manda el tiempo. Quizás se deba a la inexplicable necesidad de estudiar que vengo sintiendo los últimos días, concretamente desde el lunes pasado cuando comencé el curso de radiocomunicaciones del Colegio de Telecos. Pero no, no solo es eso. Nos vamos haciendo mayores y apetecen cosas distintas. Tanto fuera como dentro de casa.

Por culpa de la dichosa lavadora de mi piso, que ha decidido comenzar una huelga de centrifugado, tuve que regresar a casa aunque no estaba en mis planes, que dos semanas seguidas es demasiada frecuencia y luego las madres se acostumbran mal... Dadas las circunstancias me propuse aprovechar todo el fin de semana para hincar los codos y poder llevar al día el curso. Solo hice dos pequeñas escapadas, noches de viernes y sábado.

La primera sirvió para remediar el abandono en el que había dejado los últimos meses a algún familiar. Bueno, más bien amigo-familiar. Cosas de la vida, no se había dignado a llamarme para decirme lo mucho que me echaba de menos y las ganas que tenía de verme, pero sin embargo no dejaba escapar ocasión para decírselo a todos aquellos con los que se cruzaba. Cosa extraña, la verdad. Pero nada que no puedan solucionar unas cuantas cañas y un par de horas de charla.

La segunda escapada es quizá la razón fundamental de que ahora mismo este escribiendo estas líneas. Resulta asombroso como pueden crearse lazos de amistad tan fuertes en tan poco tiempo, pero desde que me trasladé a Madrid no puedo dejar escapar una sola ocasión para ver a mis "amigos gemeuvitas", que ya deberían haber perdido ese sufijo para ser simplemente "mis amigos". Y no diré mis mejores amigos porque últimamente me siento bastante afortunado de tenerlos muy buenos allá donde vaya. Lo curioso del caso es que esa amistad ha ganado enteros desde que estamos a 200Km, lo nunca visto. La cosa se gesto de la siguiente manera: "Anda! así que estás por aquí!!", "Pues si, cosas de mi lavadora", "Pues hemos quedado para tomar algo esta noche", "Pues allí estaré, porque Medina esta muerta, y no me apetece nada salir aquí"... Y cuando te quieres dar cuenta son las 8 de la mañana. Qué rápido pasa el tiempo cuando disfrutas de buena compañía.

Bendita lavadora :P

Hasta la próxima, que no tardará mucho, creo que el aspiradora está a puntito de estropearse....

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