jueves, 15 de mayo de 2008

Los últimos coletazos...

Estos últimos días de trabajo han sido bastante ajetreados. Muchos correos, muchas revisiones, ordenar, desordenar y volver a ordenar, explicaciones por aquí y por allá... Hay que procurar dejar todo atado, ningún cabo suelto, por mi mi propia honra, y por el bien de mis compañeros que, al fin y al cabo, serán los que hereden mis marro....proyectos, mis proyectos.

Casualidades de la vida, hoy he estado charlando amigablemente con mi jefe, y al parecer mañana mismo, o el próximo viernes, no entendí muy bien, tiene una reunión en Canillejas con unos gestores de Metro de Madrid. Al parecer han sacado una licitación en la que nos interesa participar... bueno, "les interesa" más bien, debería dejar ya de lado el plural mayestático y empezar a utilizar la 3ª persona cuando me refera a mi casi-ya-ex-empresa. Sería increiblemente inaudito terminara haciendose con esa licitación, y yo formara parte del grupo de gestión del proyecto de Metro, sería como pasarme al otro lado, de currito a cliente, de fustigado a fustigador, de puta a putero.

Es bastante probable que mi productividad mañana este cerca del cero absoluto, y bastante tendré ya con contar tropecientas veces la misma historia, a todo aquel que se acerque a preguntarme. "¡Vaya! ¿Te vas? ¿Y eso?" será sin duda la frase que más ecucharé mañana. A muchos de ellos no les importará un comino, la verdad sea dicha, pero hay que mantener las formas y ser educados, claro está. Lo digo sin recochineo, ni ironía. Seguramente será la primera vez que hable con algunos compañeros, si excluimos el "Buenos días" de todas las mañanas. Pero es que el ser humano se siente culpable, o gorrón más bien, si saca provecho de otros sin contraprestación. Y si resulta que por costumbre ya arraigada el esquirol ha de llevar su último día un tentempie a la hora del café, pues todos se animan a preguntarte las razones de tu marcha, que se agradece la verdad, pero repetir 500 veces lo mismo cansa un poco, por no decir un mucho.

A los compañeros de verdad, les he reservado algo mejor. Nos iremos todos juntitos a comer a Palencia, que por lo visto mañana hay noseque celebración y se pone aquello hasta las trancas, como nos pondremos también nosotros con la empanada y las tortillitas que llevaré. Y luego un poco de vino para pasar la comida, una risas y de vuelta a Pucela, que también hemos quedado para cenar y recojer a alguna que otra oveja descarriada. Y la noche se alargará hasta que el cuerpo aguante...

Solo espero que salgo todo a pedir de boca, que haga buen tiempo, y todo el mundo disfrute de la comida-cena-juerga, porque, muy a mi pesar será la última con los gemeuvitas en algún tiempo.

Mañana será un día muuuuuuuuuy largo.

No hay comentarios: