lunes, 10 de noviembre de 2008

Cumplir años ya no tiene ninguna gracia

Soy un poco más viejo que ayer pero a la vez un poco más joven que mañana. Es algo que nos sucede todos los días. Sin embargo este sábado el cambio fue un poco mayor si cabe. Sobrepasar la delgada línea que separa la veintena de la treintena no es exactamente lo mismo que el transcurrir de un solo día.

Ya no tiene nada bueno cumplir años. Ya puedo emborracharme, fumar, votar, ir a la cárcel, conducir... ¿Qué más puedo necesitar? Tampoco necesito un cumpleaños como excusa para organizar una cena, comida y/o quedada con algunos amigos. Ni siquiera me interesan los regalos que mucho tiempo atrás me mantenían en vilo todo el día. Por contra acabó de perder el carnet joven, los descuentos en el abono del Valladolid, y los bancos comienzan a cobrarme comisiones porque a su modo de ver ya no soy joven. Y las colegialas de 18 añitos ya son demasiado jóvenes para mi. Pese a tener el celofán a mano. La única ventaja es que las aseguradoras ya no me ven como un psicópata dispuesto a atropellar abuelitas o estampar mi supuesto coche tunnero a las primeras de cambio.

No necesito cumplir ninguno más. Sí Ana Obregón se quedó en los 18, yo he decidido quedarme en los 26.

Pese a todo, no estoy tan mal. Creo que podré sobrellevarlo sin la ayuda de un psicólogo. Además, siempre ayuda el hecho de que otros estén en tu misma situación, "mal de muchos, consuelo de tontos" suelen decir. Ya te queda poco Aurora...

Y con unos buenos amigos como los que tengo todo se sobrelleva mucho mejor. Porque para ser sincero fue un día con un saldo bastante positivo. El más positivo en las últimas semanas.

To be continued...

1 comentario:

Marie dijo...

A mi me deprime hacerme mayor.
Pero me encanta por otra parte mirar hacia atrás y poder sonreír.
Y siempre disfrutaré del día de mi cumpleaños. Es genial poder estar con la gente que quieres celebrando que es tu día.
Recuerdo mis útlimos cumples con mucho cariño...Y el de este año...Será para librO!